La adolescencia es una etapa que está marcada por los cambios, como ya hemos dicho en otras ocasiones, y el descubrimiento de una identidad propia. Por lo general, a partir de los 13 o 14 años es el momento en el que el joven toma la iniciativa de pasar más tiempo con amigos que con sus padres, es una actitud completamente normal.
En esta etapa es importante encontrar soluciones que ayuden a mejorar la convivencia con el adolescente, lo que se traduce en fomentar su desarrollo y el aprendizaje. En ese sentido, tener un sistema de normas ayuda a establecer los límites en la relación con el adolescente y es una buena forma de asignarle responsabilidades.
¿Por qué es necesario poner normas de convivencia?
- Mejorar la dinámica familiar: los adolescentes pueden tener actitudes rebeldes que atenten contra la convivencia familiar. En tal sentido, al establecer normas, la convivencia y la dinámica de la familia pueden permanecer intactas.
- Promover la autonomía del adolescente: al establecer normas se le enseña al adolescente a ser responsable de sus actos, esta es una buena forma de que aprendan a asumir consecuencias a partir de sus decisiones. Así, van formando un criterio más claro de lo que está bien y lo que no, lo que es admisible y lo que no, lo que es aceptable y lo que no. Sin esas normas carecen de parámetros para su toma de decisiones como adultos.
- Prevenir conductas arriesgadas: al adolescente aprender a discernir entre lo que está bien y lo que no, entender las consecuencias de sus actos y las implicaciones que pueden desencadenar una decisión; será más fácil para ellos aprender a comportarse correctamente frente a situaciones de riesgo.
Claves para construir normas
- Promover el consenso: los adolescentes deben ser parte de la construcción de algunas normas para que se sientan involucrados en el proceso y estén más cómodos al momento de aceptarlas y cumplirlas.
- Mantener la realidad al construir las normas: las normas deben corresponderse con la capacidad que tenga el adolescente de cumplirlas. Es decir, el nivel de exigencia y dificultad debe estar ajustado a lo que pueda alcanzar. Pero, es importante ir asignando más responsabilidades y aumentar la exigencia conforme van creciendo.
- Aclarar las consecuencias: para establecer normas de forma clara y efectiva es importante mostrarle al adolescente las consecuencias a partir de su incumplimiento. Para ello, es útil establecer privilegios como actividades que sirvan para motivar al cumplimiento de estas normas. Además, los regalos pueden usarse en forma de premios por el cumplimiento de un objetivo en particular. Pero, sobre todo, pensemos que, a menudo, no son necesarios regalos. El mero reconocimiento o valorar lo que han hecho es más que suficiente.
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