Los padres tenemos una labor muy importante en el desarrollo emocional de nuestros hijos. La buena comunicación con ellos facilita que en momentos que atraviesen una crisis emocional y necesiten ayuda podamos ayudarles.
Para ello no solo hay que estar ahi en el momento de crisis sino establecer una comunicación fluida con nuestros hijos. Esto no surge de un día para otro como padres debemos trabajarlo como parte de su educación.
Si en el momento en que nuestros hijos tengan una crisis no hay una relación previa con los padres en las que la comunicación con ellos sea un hábito, difícilmente os pedirán ayuda.
Es importante que construyas con ellos una relación basada en la confianza. Esto no significa que no se deban poner limites y que debamos tener una actitud permisiva, todo lo contrario.
Los adolescentes tienden a interiorizar sus problemas y sentimientos y es muy difícil saber que está pasando por su cabeza y como ayudarles. Normalmente no piden ayuda asi que debemos estar pendientes de señales iniciativas de que no pasan un buen momento. Estas señales las percibiremos mucho mejor si nuestra comunicación con ellos es fluida y basada en la confianza.
¿Cómo hablar con los hijos?
¿Como establecemos esa relación de confianza con ellos?
- Hablales sin interrogar. Empieza contando como te sientes tú, que tal tu día en el trabajo, si has tenido un mal día cuéntaselo, si te sientes cansado/a. Quizá el primer día no te cuente que tal su día pero seguramente si lo hará en otra ocasión.
- Haz un plan con ellos por lo menos cada quince días. Un plan solo de padres e hijos o padre/madre hijo/hija, es decir sin amigos y más familia. Salir a cenar, a merendar, a mirar alguna cosa que necesitéis comprar, o incluso a practicar algún deporte que os guste a los dos. Serán momentos que propicien la conversación, una conversación, que vuelvo a decir, no ha de convertirse en un interrogatorio. Deja que surja y que fluya y no juzgues, ya habrá momentos para decirle si estás de acuerdo o no, lo importante es lograr que se comuniquen con nosotros y que sientan que estais ahi.
- Escuchale, intenta comprender como piensa y porqué.
- Valora que te cuente sus sentimientos y que se abra a ti y díselo.
Con estas pequeñas pautas la comunicación con tus hijos serán más fluidas y nos ayudará a detectar si tienen algún problema y a solicitar ayuda de un profesional en caso que sea necesario.